Las dos caras de una apuesta por la vitivinicultura: el joven que se inicia y forma para dedicarse profesionalmente viendo en este área laboral el futuro. Y el veterano procedente de una familia siempre unida a las viñas.
Rubén Rodríguez y Roberto Regal, respectivamente, son dos claros exponentes de estas situaciones que tienen como finalidad cuidar la tierra y que esta salida profesional recuperé músculo. Hoy hablamos con ellos, de sus experiencias y trayectorias en torno a la tierra, así como de la importancia de la formación que ofrece la Escuela de Hostelería Belarmino Fernández Iglesias.
El biólogo Rubén Rodríguez (Monforte de Lemos, 1990), se incorporó en 2017 al equipo de Enonatur dirigido por Roberto Regal. Hace dos años Rubén completó su formación tras realizar el ciclo superior en vitivinicultura en la Escuela Belarmino Fernández Iglesias, al tiempo que siguió trabajando en la bodega. El ciclo que seleccionó esta enfocado a trabajar como técnico vitivinícola, en el área de gestión de bodegas (producción, estabilización y crianza, envasado, gestión de maquinaria, aprovisionamiento y comercialización, legislación y libros de registro, etc.). Asimismo se forman en torno a todo el proceso que necesitan los viñedos (producción vitícola, tratamientos y acondicionamiento de viñas); en el análisis enológico (sensorial, fisicoquímico y microbiológico); en industrias derivadas (control de elaboración de mostos concentrados, vinagres, destilados, etc.). Las clases incluyen el desarrollo de un plan de calidad y seguridad alimentaria y gestión medioambiental en la industria vitivinícola.
Rubén Rodríguez. ¿Por qué decide completar su formación como biólogo con este curso y porque escoge la Escuela?
Desde hace cinco años decidí dedicar mi vida laboral al mundo del vino. Aunque la biología ofrece una buena base de conocimientos a la hora de afrontar este reto, quizá estos sean un poco generales, con lo cual decidí adquirir formación más específica del sector vitivinícola. En ese momento, la Escuela Belarmino Fernández Iglesias ofrecía la posibilidad de adquirir dichos conocimientos sin necesidad de tener que moverme fuera de la Ribeira Sacra; con lo cual no me lo pensé dos veces y me inscribí en el curso.
Rubén R. ¿Cómo valora su paso por la Escuela?
Fue una experiencia muy positiva, no solamente por los conocimientos adquiridos sino también por la experiencia, el profesorado y por supuesto los compañeros/as.
Rubén R. De la formación que recibió ¿cuál fue la parte que, para usted, personalmente resultó más interesante?
Para mí la parte más interesante fue la de procesos bioquímicos. Fue la parte que más interés me suscitaba antes de comenzar el curso y de la que más difícil me resultaba encontrar información.
Rubén R. ¿Qué consejos le daría a aquellos que piensen en los vinos como su área laboral de futuro?
Por un lado, que den a la viticultura la importancia que merece ya que bajo mi punto de vista es imprescindible para hacer un buen trabajo enológico. Por otro, que sean pacientes y constantes; ya que no siempre se obtienen los resultados deseados.
Rubén R. ¿Qué supone trabajar en Enonatur?
En mi caso (trabajo en bodega) supone trabajar en un proyecto novedoso, exigente y que conlleva una responsabilidad muy importante. Se trata de dar continuidad al trabajo de los compañeros de viticultura para conseguir la máxima expresión del terruño en el vino. Cuando esto se consigue, la satisfacción es máxima.
Rubén R. ¿Cómo aplica lo aprendido en la Escuela a su actual trabajo?
Lo aprendido en la Escuela es aplicable en cualquier momento de la jornada laboral: estabilización, envasado, gestión de maquinaria, aprovisionamiento, legislación, análisis enológico, etc. En resumen, los conocimientos adquiridos han resultado útiles a la hora de desarrollar mi trabajo diario y me han preparado mejor para él.
Rubén R. ¿Qué otras áreas de la vitivinicultura le quedan por descubrir?
Por ahora las áreas que más me llaman la atención y en las que creo que más puedo aportar y mejorar son la viticultura y la enología. Aunque en un futuro nunca se sabe, si tuviese que elegir quizás me decantaría por las industrias derivadas o el área comercial.
Rubén R. ¿Qué es lo mejor de este oficio, y cuál la parte menos bonita?
La parte más bonita para mi es el estar en contacto con la naturaleza, formar parte de un proceso y poder, en cierto modo, dirigirlo. Es muy enriquecedor aprender diariamente del proceso. La parte menos bonita para mi es la administrativa, aunque es imprescindible.
El cuestionario breve
•Fundacion Berlarmino: espero se convierta en el centro formativo de referencia del interior de Galicia.
•Futuro: formación y aprendizaje.
•Próximo sueño: proyecto vitivinícola propio.
•Referentes en las viñas: nuestros mayores, de los que hemos heredado el patrimonio vitivinícola.
•Un consejo para los que se inician entre viñedos: paciencia y constancia.
Por su parte Roberto Regal (Chantada, 1978) ha sido descrito por los expertos como el mejor etnólogo de Galicia. Ha desarrollado su carrera laboral a partir de la experiencia iniciada dentro del seno de la familia. Su abuela Esther Feijeiro, propietaria de la bodega Diego de Lemos fue la primera mujer en comercializar caldos con certificación de agricultura ecológica en Galicia, a ella dedicó Roberto Regal la añada de 2014 de su proyecto personal: la Bodega Toalde (Mourelos- O Saviñao).
Regal apuesta por la tierra en la que creció y en ese sentido en 2007 centró sus esfuerzo en crear Enonatur. Un proyecto para el aprovechamiento de los terrenos, en los que a través de la microvinificación de pequeños terrenos de viticultura sostenible, se trabaja en la optimización de pequeños terrenos tanto los que estaban en activo como los que habían sido abandonadas.
Un proyecto reconocido con diversos premios, entre ellos el premio al mejor vino Ribeira Sacra. Un premio otorgado al caldo Lagar do Vento 2017, procedente de unos viñedos que se rigen en todos los aspectos por las marcar indicadas por Enonatur. Una distinción al vino que reconoce el desarrollo del proyecto de búsqueda de máxima calidad al tiempo que permite que cada terreno se exprese como es y del que se extraigan lo mejor de sus cualidades.
Roberto Regal. Lleva la vitivinicultura en la sangre, ¿en algún momento pensó en dirigir su carrera profesional a otra área?
Hasta los 18 nunca se me había ocurrido dedicarme a esto. Es ahora cuando no pienso dirigir mi carrera a otro sector que no sea este porque me apasiona mi trabajo y llevo mucho tiempo luchando por el medio rural, por la agricultura, por dignificar el trabajo. Lo hago a través de lo que sé hacer: la viticultura y la enología.
R. Regal. Trabajar la tierra no es fácil, y más en el caso de los viñedos de la Ribeira Sacra, donde la vendimia se denomina heroica, a grandes rasgos qué grandes diferencias se observan entre estas tierras y las vides de otras zonas.
La Ribeira Sacra es una tierra única para el cultivo del vino , con unas características geológicas, edafolóficas , climáticas e idiosincráticas que la convierten en la zonas más ricas del mundo desde el punto de vista de la heterogeidad. Eso si, si no la cuidamos deja de ser diferente.
R. Regal. Ha crecido en torno a esta zona y este oficio, pero ¿qué formación ha realizado?
Estudie en la escuela de A Granxa ( Ponteares)entre 1998 y 2000 , seguidamente realice un máster entre 2001 y 2002 y no he dejado de formarme hasta hoy. Para poder seguir entendiendo el camino es necesario estar en constante aprendizaje.
R. Regal. Su carrera le ha llevado más allá de la Ribera Sacra, hasta donde le gustaría llegar.
Desde hace tiempo trabajo en varias zonas de Galicia, a la vez que actúo como asesor enológico en Asturias. Una labor que se ampliará ya que próximamente comenzaré un proyecto en Murcia.
R. Regal. En los últimos años el mundo del vino ha pasado de ser un gran desconocido a acercarse a todos los públicos, bien desde saber saborear los caldos o a través de las ubicaciones e imágenes que las bodegas ofrecen al abrirse más. ¿Cómo lo valora?
En los últimos tiempos parecía que el vino había sido desestimado, a la par que el mundo rural y casi nos olvidamos que tenemos que comer, preservar las raíces y emocionarnos. Y, no nunca debemos olvidar algo obvio, el vino es y ha sido desde hace mucho tiempo una parte importante a la hora de marcar las identidades culturales que permite leer la historia.
Con esto y teniendo en cuenta que cada añada es parte de la historia, los vinos son parte fundamental en la sociedad y en estos momentos son parte del proceso de búsqueda de un futuro digno para el rural. Para lograrlo debemos aprender a manejar la vitivinicultura como un recurso.
R. Regal. Detrás de la imagen y las redes sociales la realidad de los viñedos y las bodegas es otra, ¿qué es lo más duro y que es lo más satisfactorio?
A las redes les falta profundizar en la verdad. Falta conocimiento de este mundo, debemos comunicar mejor y ser capaces de contar lo que es el vino, porque en este momento solo llega al público lo que parece, pero detrás de cada añada hay un proceso ingente y apasionante.
R. Regal. ¿Cómo afectó la crisis sanitaria a las bodegas?
La crisis se ha notado como en todos los sectores, pero el vino sigue siendo un elemento de dieta y cultural que además está de moda . Precisamente con la ayuda de las redes la gente se ha solidarizado con el mundo del vino , por lo que se sigue consumiendo de otra manera, hemos pasado de los bares y restaurantes a los domicilios particulares.
R. Regal. Pensando en el futuro, ¿qué recomendaría a aquellos que ven la vitivincultura el futuro?
Recomiendo a los jóvenes, a todos pero en especial a los que más cerca están de estas tierras que aprovechen la posibilidad que ofrece esta escuela para estudiar. Las viñas necesitan de mucho esfuerzo y talento, pero también de formación para seguir adelante.
R. Regal. En estos momentos uno de sus trabajadores- Rubén Rodríguez- es un ex-alumno de la Escuela, ¿qué es lo que más destacaría de la formación inicial con la que llegó?
Destaco la responsabilidad y rigor en el trabajo, entendimiento del entorno y que le gusta lo que hace. Debemos aprovechar los profesionales que demuestran orgullo rural y saben el camino. Es el momento de ayudar a los jóvenes formados para que vean futuro.
R. Regal. ¿Cómo valora la enseñanza que se imparte en la Escuela a la hora de salir al mercado laboral.
La labor que está haciendo la Escuela en el plano formativo es necesaria para el desarrollo sostenible de la zona. Debemos tener visión de futuro, descartar cortoplacismos y poner los mimbres sobre la educación creando redes de desarrollo en el territorio.
El cuestionario breve:
• Fundacion Berlarmino: Una oportunidad.
• Futuro: Tejer una hermosa red en la sostenibilidad rural.
• Próximo sueño: Status para los agricultores con valores.
• Referentes en las viñas: Viticultores anónimos que encarnan el respecto por el medio, generosos a la hora de preservar , esforzarse y transmitir. Mis referentes son las personas de que de verdad creen en esto y hacen lo que dicen.
• Un consejo para los que se inician entre viñedos: Es bueno saber de dónde venimos y a donde queremos ir . No desviarse en el camino