El próximo verano tendrá lugar en China la 44 reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO, en la que evaluará la candidatura de la Ribeira Sacra, para valorar si este territorio gallego ostentará el honor de pertenecer a esta lista que cataloga, preserva y da a conocer lugares de importancia excepcional, tanto natural como cultural, para la herencia común de la humanidad.
Con sus magníficos paisajes, sus lugares históricos, monasterios, excelente gastronomía y la singularidad de la viticultura heroica, este destino tiene un valor universal excepcional. Desde la Fundación Belarmino Fernández Iglesias consideramos de gran relevancia su candidatura, puesto que la inclusión en la lista supondría un gran empuje a este entorno natural que, en palabras de Luis Caramés, presidente, «ha preservado su autenticidad durante mucho tiempo, una Galicia particulamente aislada, insospechada, bella e insólita».
El apoyo de la fundación se manifiesta en la importancia que tiene el pertenecer a una gran comunidad que salvaguarda bienes de importancia universal, lo que permitiría a la Ribeira Sacra beneficiarse de un prestigio internacional que reforzaría su protección, sensibilizaría al público respecto a un bien de valor excepcional y facilitaría el acceso a fondos públicos. Asimismo, ofrece su colaboración en la perspectiva de preservar este entorno situado en las provincias de Lugo y Ourense.
«Es deber de las generaciones actuales y futuras preservar esta herencia extraordinaria, por lo que su declaración como Patrimonio de la Humanidad sería una gran oportunidad», apunta Caramés. Una oportunidad en términos de prestigio, protección y puesta en valor de un bien público que supone un desafío patrimonial, social y humano.