La Conselleria de Medio Rural ha convocado 3,65 millones de euros para la elaboración y comercialización de productos vitivinícolas que se repartirán entre el presente año y el 2022. Unas ayudas con las que se respalda directamente al sector y que tienen un gran significado para la Escuela Belarmino Fernández Iglesias ya que impulsa a los profesionales formados en estas instalaciones dando nuevas oportunidades de futuro. Algo que afecta directamente a los todo el alumnado de enseñanza reglada tanto en ciclos de formación profesional como ocupacional de los sectores vitivinícolas.
Estas aportaciones de la administración autonómica estan destinadas a las empresas vitivinícolas, organizaciones de productores vitivinícolas, asociaciones de dos o más productores y las organizaciones interprofesionales. Tal y como ha informado la Xunta, serán subvencionables los costes de construcción, adquisición o mejora de bienes inmuebles, la compra de nueva maquinaria y equipaciones hasta el valor de mercado del producto, así como la adquisición o el desarrollo de soportes lógicos de ordenador y de patentes, licencias, derechos de autor o el registro de marcas colectivas.
Principales objetivos
Los principales objetivos de esta convocatoria son, entre otros, los de fomentar la agrupación de los primeros eslabones de la cadena alimentaria mediante la integración de las entidades asociativas y el asociacionismo agrario e impulsar los procesos sostenibles desde el punto de vista ambiental a través del ahorro de energía, la eficiencia energética global, la utilización de energías renovables y la valorización y tratamiento de los residuos.
Se pretende, asimismo, fomentar la certificación ambiental de las instalaciones de las empresas vitivinícolas, la producción ecológica y los productos acogidos a regímenes de calidad y los pagos de uva por calidad.
Finalmente, también se busca favorecer la innovación y la implantación de nuevos productos y nuevas presentaciones, el incremento de la dimensión empresarial, la participación de los viticultores y elaboradores en la cadena de valor o el impulso de las inversiones en comercialización, entre otras cuestiones. Unas ayudas para los profesionales del sector como los que se han formado y lo siguen haciendo en el presente en la Escuela que encuentran en la vitivinicultura su ámbito laboral.