El presidente de la Fundación Berlarmino Fernández Iglesias, Luis Caramés, recibió al vicepresidente segundo de la Xunta de Galicia, Francisco Conde, en un acto y posterior visita a la institución, realizada, junto al presidente de honor de la misma, Berlarmino Fernández Mazorra.
Durante su intervención Luis Caramés destacó la importancia de la Fundación «para la zona, como elemento dinamizador de la formación y la economía. Apostamos por la educación como principal herramienta para el futuro. En la Escuela se forman profesionales en hostelería y vitivinicultura, dando una alternativa en estos complicados momentos», a lo que añadió: «La Fundación ha evolucionado hasta consolidarse como una marca de calidad, tanto en la demanda de formación como en la oferta de puestos de trabajo para sus egresadas y egresados».
El economista resaltó la importancia de la Fundación como «nexo de unión de esta tierra con otros países a través de la transmisión de conocimientos, manteniendo de este modo la esencia de sus comienzos y desarrollando nuevas vías de consolidación económica». Caramés recalcó la importancia de la Fundación con una destacada proyección iberoamericana a través de actividades y eventos colaborativos que se recuperan en próximas fechas entre Galicia y América Latina.
Apuesta de futuro
Por su parte el vicepresidente segundo y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación, Francisco Conde, agradeció el trabajo de la Fundación y su contribución al desarrollo económico, social y cultural de Galicia.
En este sentido destacó que la entidad es un ejemplo de la apuesta por la formación- con el objetivo de brindar un futuro a la juventud gallega y como factor de competitividad para el rural- y de impulso de la internacionalización de la economía gallega a través de la Marca Galicia.
El presidente de honor, Belarmino Fernández Mazorra, recordó que «la institución avanza con los tiempos, se adapta, pero mantenemos el espíritu de confraternización con el que mi padre inició esta andadura hace 25 años; con el ánimo de contribuir al desarrollo económico, social y cultural de Galicia».
Visita a las instalaciones
Posteriormente, el representante de la adminitración autonómica firmó en el libro de honor y realizó una visita por las instalaciones de la Escuela de Hostelería Belarmino Fernández Iglesias, acompañados por la directora de la Escuela, Rebeca Vázquez y el alcalde de Sober, Luis Fernández Guitián. Durante todo el acto estuvieron presentes el delegado de la Xunta en Lugo, Javier Arias y los miembros del patronato de la entidad lucense.
Un recorrido que transcurrió por el laboratorio y el aula de catas donde se forman los futuros profesionales de la vitivinicultura. Espacios en los que, en las últimas semanas, los responsables del Consejo Regulador de los Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia y de la bodega Estrella Galicia, han impartido clases online.
Posteriormente visitaron la cocina y comedor, en donde las alumnas y alumnos de los ciclos medios y superiores de restauración y hostelería se preparan para el mundo laboral a través de simulaciones prácticas. Unas actividades impartidas por docentes de la Escuela así como colaboraciones de empresas como Galletas Mariñeiras y los quesos con Denominación de Origen Protegida con los que han realizado actividades prácticas como la elaboración de platos y el servicio a los clientes.
La Fundación
La Fundación Belarmino Fernández Iglesias fue fundada en 1996 por el empresario soberino del mismo nombre que, un año después, inauguró la Escuela de Hostelería en sus instalaciones. Un proyecto con el que el creador buscaba dar a los jóvenes de la comarca y de Galicia una oportunidad formativa. En la actualidad en sus aulas 63 estudiantes realizan los cursos de técnico superior de vitivinicultura; y los ciclos medios en servicios de restauración y en Cocina y Gastronomía.
Habitualmente el centro realizaba actividades divulgativas sobre gastronomía o turismo, acciones que se reanudarán en cuanto las normas sanitarias lo permitan. La Fundación Belarmino continúa trabajando bajo las directrices de sus comienzos, en las que se unen el sentido humanístico con la acción social.